No acabo de leer una Atalaya, tampoco platiqué con algún evangelizador de sombrilla y portafolio o corbata y traje, que para fines prácticos son los mismo, mucho menos escuche un discurso de un cura “Garín”, el hecho de que hoy hable de diablos es porque comparto absolutamente la opinión de quien lo describe como un personaje metafórico que toma forma en nuestros malos actos, y que en ocasiones nos horrorizan tanto, por lo cual le añadimos que no pueden ser obra de humanos si no de ese personaje inventado para rehuir la responsabilidad y que se le llama demonio.
Visto pues desde esta óptica, es costumbre, tradición o como quiera llamársele que en la historia de México se deje meter la cola a demonios, que no permiten que nuestro país alcance el desarrollo, la estabilidad y la justicia que desde siempre persigue, pero que por una u otra razón no alcanza, así pues es tarea de uno de los tantos nopales quien hoy intenta escribir sus percepciones, por lo que no esperen exactitudes ni profundidades, ya que no soy un historiador, pero si una opinión sin censura, con todo y las cagadas del águila y los pedos de la serpiente.
Analicemos algunos hechos: Los aztecas asociados con otros reinos como el de Texcoco y Tlacopan vencieron al reino de Azcapotzalco, porque eran déspotas, retrogradas, manchados y sobre todo ojetes con los tributos, pero sucede que el poder cambio de manos, claro hubo desarrollo necesario como la creación de la gran Tenochtitlán y el mercado de Tlatelolco, pero a su vez este imperio (como suelen ser todos los imperios) también impuso impuestos enormes y sus mentadas guerras floridas que tenían hasta el gorro a las ciudades y poblaciones cercanas, es de notarse que con los tarascos de plano no pudieron. Y he aquí que llegan los aventureros barbados ambiciosos, que además de lacras son muy ladinos dándose cuenta de esta inquietud que imperaba en la población circundante al gran imperio mexica y sacan que digo tajada, la conquista entera. Es así como hartos los hermanos del mayor que era un abusivo, fueron puestos a pelear una guerra ajena saliendo el remedio mucho peor que la propia enfermedad.
Otra más: El dictador Porfirio Díaz que muchos alegan trajo desarrollo a México, nada más que aclaremos solo para unos cuantos nacionales y extranjeros, en su modelo económico que solo puede tener el calificativo de brutal, exprimiendo al máximo a la raza de bronce en todo lo ancho del territorio nacional, siendo entonces enfrentado por Francisco Indalecio Madero y cía., quien por lo visto solo le interesaba el sufragio efectivo y la no reelección, o sea la tan cacareada cubierta democrática que nos rige y no la verdadera emancipación de los verdaderos productores de la riqueza nacional que son los trabajadores, motivo por el cual traiciona a Zapata persiguiéndolo durante su mandato y dejando en su gobierno a muchos de sus antiguos enemigos, entre ellos un tal Victoriano Huerta quien finalmente le corresponde el trato asesinándolo. Se cierra así un capítulo más de tantos, donde la justicia social tiene que esperar, por que el personaje que adquiere el poder es tentado a olvidarse de quienes y porque lo elevaron, gobernando junto con personajes que en el fondo lo desprecian.
Y así pudiéramos seguir hablando de situaciones controversiales… Vicente Guerrero abrazando a Iturbide y permitiéndole gobernar, clases poderosas absolutamente imbéciles que llaman una y otra vez a Antonio López de Santa Anna para desgobernar y perder parte de México, un partido que se juro revolucionario y termino diluyéndose en un nido de mañosos, arbitrarios y apátridas, etc,etc,……. Uf mejor me doy un respiro no me vaya dar un vahído.
Sin embargo, no quiero quedar como un pesimista, si bien es cierto que como dice el poema de Rubén Darío “el hombre está hecho de mala levadura”, existen ciudadanos en México que han resistido las tentaciones del demonio, el ejemplo más conocido se llama Benito Juárez y como no se andar por las ramas acá están algunas pruebas: El Benemérito de las Américas fue parte del partido liberal, durante su mandato presidencial, el congreso estaba integrado por personas destacadas en los diferentes ámbitos, pero que además en varias ocasiones tenían puntos de vista diferentes al suyo, y aunque en no pocas veces se oponían abiertamente a él, jamás sufrieron marginación, mucho menos persecución, evitando por tanto con esto el demonio de la vanidad y el abuso de poder. Cuando el ejército liberal vence a los conservadores traidores a la patria conjuntamente con Maximiliano de Habsburgo, siendo estos últimos condenados a fusilamiento, Benito Juárez recibe peticiones de clemencia como las hechas por Giuseppe Garibaldi y Víctor Hugo, siendo estas rechazadas por la gravedad del delito, se cuenta que hasta la misma Carlota mujer físicamente bellísima como quizá nunca poseyó el indio zapoteca le ofreció placer carnal que rechazó estoicamente, dicho en la metáfora que estoy empleando rechazo al demonio de la duda y la lujuria. El sueldo que se asigno Maximiliano era en aquel entonces de 1 millón y medio de pesos anuales y 200 mil pesos para su esposa, claro aparte los extras que los gobernantes se saben dar, contrastaba mucho con el sueldo del presidente Don Benito Juárez García, de 30 mil pesos anuales, que durante su estancia en el Norte del país muchas veces ni eso pudo recibir, solo amenazas de que abdicara o seria fusilado. Viviendo muy dignamente de acuerdo a su envestidura Benito Juárez vence una vez más el demonio de la ambición y el miedo.
No faltara quien diga que Benito Juárez traiciono a la patria durante el tratado Mc Lane-Ocampo que presuntamente permitiría el paso de los gringos por el corredor de Tehuantepec, pero para su mala suerte de estos críticos les diré que este nunca se llevo a cabo por que como el presidente y su gabinete bien calcularon el congreso de los Estados unidos no lo aprobó ya que sus pretensiones que estaban sustentadas en el tratado previo de la mesilla que para variar había sido firmado por Santa Anna era el apoderarse totalmente del mencionado territorio y el tratado firmado por los Juaristas solo contemplaba la concesión, finalmente esa aberración fue totalmente abolida por otro chingonazo de México el general Lázaro Cárdenas del Rio con el entonces presidente de EU Franklin D. Roosevelt.
Puntualizado esto termino comentando:
En nuestros tiempos existen hombres que pueden darle el giro definitivo a la política nacional, está por verse su desempeño, “los hombres inmaculados” (como solían autonombrarse muchos de los liberales Juaristas) suelen atraer lo mejor de los ciudadanos, esperemos que no terminen cediendo a las tentaciones de demonio, porque seguramente habrá nopales que lo registren en la historia y seguramente analizaran si finalmente hicieron bien o no el trabajo que nadie les obligo echarse a cuestas.
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