sábado, 10 de julio de 2010

LECCIONES UTILES DE UNAS ELECCIONES INUTILES




Analizar la política nacional es de muchas formas similar al trabajo de un parasitólogo, significa en muchos de los casos indagar entre la mierda (literalmente) para identificar las causas de tal o cual cosa, para entender los ciclos vitales que en muchos de los casos permanecen inalterados desde muchos años atrás causándole enfermedad a nuestra nación, que la exfolian, la irritan, la obstruyen, que por tanto la desnutren evitando su desarrollo y en muchos de los casos agudizando su mal a tal grado que ponen en riesgo su integridad en sí.
Los políticos son cada vez más dependientes, no solo de la clase que los nutre mórbidamente que es el pueblo, también de otros elementos parasitantes que actuando en simbiosis contribuyen para mantener a raya los elementos de autodefensa, y sin embargo la clase política progresivamente pierden fuerza ante la ambición desmedida de los parásitos por excelencia: la clase empresarial mas los dueños y miembros de los medios de comunicación.
Atrás quedaron los tiempos de la gran Tenia solitaria que vivió durante poco más de 70 años, adherida con la poderosa y sólida cabeza de su vieja dirigencia, ya sus huevecillos fueron digeridos nuevamente por la confiada patria, provocando de este modo una cisticercosis generalizada (la cual se tiñe de azul con facilidad) que la tiene convulsionada e inerme ante los grandes y poderosos gérmenes oportunistas sean propios o extraños a ella.
Y heme aquí, incursionando en la nada agradable acción de recolectar, centrifugar y analizar al microscopio esta mierda repleta de parásitos, que en su salvaje competencia ponen en serio riego al huésped que desgraciadamente les permitió la entrada. Acá presento algunas de las observaciones básicas:
Durante sus ciclos de reproducción y apareamiento que son cada tres o seis años según sea el caso, estos bichos increíblemente voraces y cada vez más descarados repiten sus métodos invasivos, pero con resultados progresivamente dañinos, como se describe a continuación.
La primera juerza política o sea el partido tricolor, la delincuencia desorganizada o sea el partido albiazul y el perderé ideológico o partido del sol ictérico que son las principales y muy corrientes políticas de nuestro país, se rigen y actúan “casi” igual: prometo y no cumplo, si te atiendo pero ven solo, pides agua te doy garrote, si no eres de aquí eres de la guerrilla, democracia si de el pueblo no, queso para el votante puras cremas para el ciudadano, etc.
(Paréntesis cultural: Quiero disculparme por no comentar a los minipartidos como el panal de la maestra, el del pájaro verde, el partido con trabajo y la convergencia del-ano,che a la mañana, por la sencilla razón que suenan a puro albur y esto es cosa seria).
Los políticos han demostrado que una de las claves de “éxito” es no tener ningún ideal, se deben ajustar a los requerimientos que exige la oligarquía local o nacional, esto es que no importa si fuiste o eres de izquierda, derecha o ambidiestro, puedes entrarle a las manualidades de la política como se pueda y con quien se pueda, esto no solo se limita a los individuos que se cambian de partido como de calzones, también lo hacen aquellos cuyas bases ideológicas son antagónicas y terminan siendo la misma caca o alianza como se le quiera llamar.
Para ser candidato(a) existen varios pero sencillos requisitos, primero: ser familiar, amigo, conocido, cómplice, tuerca o tornillo de un político consagrado; segundo: durante la campaña ser de aguante, exhibir pues una cara dura, pero a la vez lábil que te permita prometer con desparpajo, hablar sin freno, sonreír con descaro, saludar hasta el pajarito, pero y sobre todo creer y hacer creer que lo que se está hablando no son puras pendejadas. Tercero: durante la elección sacar el can que se lleva dentro para defender tu resultado que seguramente te favorece y finalmente tenerlos muy grandotes u o-varios para estarte rascando la entrepierna en la sombrita durante el periodo de gobierno correspondiente, la recompensa buuuuuuuueno un sueldo de maravilla, primas por todos lados, impunidad a tope, rozaduras con gente del México ganador, y si se portan bien pues posiblemente otro u otros periodos más.
Durante la campaña se valen de todo, al tener poco o nada que hablar de bueno, el principal medio es la descalificación que si su origen, que si su preferencia sexual, que si sus propiedades, que si sus socios, que si sus progenitores (políticos y no) etc, también se llena de basura electoral las calles, las azoteas, los edificios, pero principalmente el espacio radioeléctrico que nos pertenece a todos y explotan dos empresitas jijas de su mal dormir. La violencia pasa de ser verbal en muchos casos a ser física, llegando hasta el asesinato político y el homicidio.
Finalmente en la elección ya es costumbre que se valgan de los ciudadanos más fanatizados, de los maestros más ambiciosos y hasta de los mapaches más mañosos para obtener votos, no importa haiga sido como haiga sido se tiene que ganar, pero es acá donde entra nuevamente los mercenarios electrónicos, con sus putas encuestitas (literalmente por que se venden al mejor postor), con sus preps, con las madrugo-declaraciones, con sus anal-listas de café, todo para que la chundiza (asi nos ven y nos tratan, no es cosa mía) quede conforme. Después de los jalones de sabana, reacomodamientos, gritos y sombrerazos en lo oscurito, llega la tan esperada, aparente y breve calma.
Preguntas ciudadanas obvias pero sofocadas por la censura comunicativa.
¿Quién les dijo que quiero pertenecer a sus partidos políticos?
¿Quién (s) y cuantas son las personas que designaron a los candidatos que nos pretenden representar?
¿Hasta dónde debemos permitir que lleguen las campañas políticas?
¿Cómo puede gobernar la gente a través de su representante?
¿Por qué se permite a las consultoras que pueden especular con la información electoral?
¿Por qué los informadores se tornan en juez y parte?
¿Por qué el ife es tan corrupto y gastador?
¿Por qué los jueces del tribunal superior de la nación son tipos sin cerebro y gonadas?
Mientras estos cuestionamientos no sean resueltos, y diseñados los mecanismos para que los ciudadanos adecuados gobiernen este país, esta patria gravemente enferma no sanará, es necesario que se realice una desparasitada integral, una cirugía mayor que elimine de una vez por todas las causas de nuestra desgracia y esto no se logrará con elecciones que solo equivalen a vitaminas y paliativos que la enfermedad les tiene bien tomada la medida.
Ojalá se actúe responsablemente para combatir este mal, y quienes ya buscan la medicina adecuada, deben tomar en cuenta las recomendaciones de este humilde cacólogo, que mortificó su fino olfato y su torpe tacto observando acontecimientos tan desagradables pero espantosamente reales.

P.D. No soy ave que busca no manchar su plumaje, soy nopal que cura, espina y alimenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario