Las leyendas, mitos, cuentos y similares siempre han estado presentes en la historia de los pueblos... Pero en ocasiones toma dimnesiones estratosfericas, sobre todo en estos tiempos que corren, donde los medios de comunicación han tomado un papel protagonico en el gobierno (o debiera añadir al inicio des) de nuestro sufrido México.
Asi sin necesidar de forzar mucho la memoria encontramos casos autenticamente increibles, pero sospechosamente ligados a sucesos trascendentales para la vida de los mexicanos... escuchando por citar algunos: al chupacabras, a la banda sanguinaria que circulaba en auto oscuro con los faros apagados, a la temible H1N1, a los naufragos que sobrevivieron por meses en mar abierto, etc que en voz de "serios" y "profesionales" comunicadores y analistas (como se autodenominan aunque sus palabras exhiban lo contrario) pasan al salir de la caja negra a ser practicamente una verdad en toda su extensión.
Digo esto, por que una vez que la prioridad del gobierno en turno dejo de ser el señalar a un politico como un peligro para México y empezo su inútil, pero eso si muy sangrienta batalla contra el crimen organizado apareción en el foro del cuarto poder el más peligroso por decirlo de alguna manera de los enemigos públicos: LOS ZETAS.
Lo que este modesto y observador nopal pretende, no es analizar el origen, desarrollo, metas, métodos, enemigos, amigos, etc de este muy magnificado grupo del crimen organizado, más bien de la asombrosa respuesta que el marketing a producido en la población, quien liga en muchos casos cualquier modalidad de crimen con este grupo fuera de la "ley y el orden".
Así tenemos que cuando menos en la Ciudad de Puebla:
Todos los secuestradores se dicen ser Zetas...
Todos los homicidas cometen sus crimenes en nombre de los zetas...
Los infractores de transito son zetas...
Cualquier junior agresivo en una BMW o Hummer seguramente es un zeta...
Si un borrachin lo madrean en la calle fueron los zetas...
Cualquier cabron loco ya se siente zeta...
Y mejor no le sigo, por que en general, el crimen de la magnitud y el tipo que sea, la moda es endilgarle la última letra del abecedario.
Lastima que esta moderna y deformada versión de: ¿quien lo hizo? Fuente Ovejuna señor,tenga totalmente la opuesta intención de esta maravillosa novela; el objetivo sin lugar a dudas es la de distraer como siempre al ciudadano de su realidad social y economica que vive, la de intentar encontrar un culpable sin rostro a los problemas de inseguridad y pobreza, la de pretender resignar a la población a un laberinto sin salida... pero ¿cuanto tiempo le durara la excusa?
Por eso cuando por milesima vez escuche un cuento más de los zetas, me propuse decir algo al respecto: Es de mediocres darle una explicación tan simple a los problemas de México, es tiempo de superarlo.
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